Envejecimiento y prevención de cáncer de piel, la importancia de la fotoprotección

Envejecimiento y prevención de cáncer de piel, la importancia de la fotoprotección

Por: Dra. Brenda Tello López. Especialista en Dermatología. Consultorio médico ELYSIAM Puebla.

El sol permite la vida en la Tierra, proporciona sensación de bienestar y controla los biorritmos, además, es fundamental para la síntesis de vitamina D, sin embargo la radiación ultravioleta (UV) también es responsable de efectos perjudiciales como las quemaduras solares, el fotoenvejecimiento  y el cáncer de piel.

El sol emite un gran espectro electromagnético, y en función de la longitud de onda, la radiación que nos alcanza y sus efectos son los siguientes:

La radiación UVA (320-400nm), llega a capas profundas de la piel y es la causante  de fotoenvejecimiento prematuro (manchas, arrugas) y cáncer de piel.

La radiación UVB (290-320nm) alcanza capas más superficiales, principalmente es responsable del eritema, es decir el enrojecimiento de la piel, quemaduras solares, pero también causa hiperpigmentación y fotocarcinogénesis.

La dosis de radiación que recibimos depende de varios factores, época del año, latitud, altura sobre el nivel del mar, nubosidad, hora del día, capa de ozono entre otros, hábitos de exposición o laborales.

La fotoprotección incluye todas las medidas instauradas para proteger la piel de los rayos UV, incluye medidas físicas de evitación y el uso de fotoprotectores.

En cuanto a las medidas físicas, las más importantes son evitar el sol durante las horas pico (10 de la mañana a 4 de la tarde), uso de ropa protectora, gafas, sombrero de ala ancha.

En cuanto a los fotoprotectores, las características que debemos buscar son las siguientes:

  • Que sean de amplio espectro, es decir que protejan contra UVA y UVB.
  • Con un factor de protector solar (SPF) mayor de 30, idealmente de 50.
  • Deben ser dermatológicamente aprobados y acorde al tipo de piel de cada persona.

Uso correcto de los protectores solares:

  • Cantidad suficiente y generosa, (2mg/cm2). Por ejemplo, un adulto en la playa debería usar 1 onza o 30 ml.
  • Aplicarlo 15-20 minutos previo a la exposición solar.
  • Reaplicarlo cada 3 horas en todas las áreas expuestas al sol, con más frecuencia en caso de sudar o realizar actividades como natación.
  • Niños menores de 6 meses no deben exponerse directamente al sol y hasta después de esta edad, ya se recomienda el uso de protector.

El daño solar es acumulativo y desde la infancia es muy importante promover buenos hábitos de fotoprotección.

Debemos recordar que no existe el bronceado saludable, e independiente al color de la piel, de la más clara a la más oscura, la radiación y sus efectos nos alcanzan, traduciéndose en manchas, arrugas, formación de lesiones premalignas o malignas, por lo cual si queremos cuidar nuestra piel, preservar su salud y belleza, debemos cuidarnos del sol realizando las medidas ya mencionadas, y en caso de notar manchas nuevas, lesiones que no sanan o cambio en lunares se debe acudir a revisión.

Consultorio Médico Elysiam
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227 27 13

 

Fuentes:

  • Holman DM, Berkowitz Z, Guy GP Jr, et al. Patterns of sunscreen use on the face and other exposed skin among US adults. J Am Acad Dermatol 2015; 73:83.
  • Ho BK, Reidy K, Huerta I, et al. Effectiveness of a Multicomponent Sun Protection Program for Young Children: A Randomized Clinical Trial. JAMA Pediatr 2016; 170:334.

Emmanuel Cocone

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