Lili Carrillo, Un caso de éxito que refleja el valor de la esencia femenina
Por: Lorena Vazquez-Mellado
Fotografía: Inés Silva
Hace más de 2 décadas una niña inquietaque observaba su entorno, se sorprendía al contemplarlo. En especial llamaban su atención los insectos; su estructura, las formas y colores. En ese entonces, el dibujo se vuelve un instrumento para representar a su manera todo aquello que sus ojos miraban. Por otro lado, las actividades
propias de su formación académica elemental, incluían en sus clases el bordado, comenzando ahí sus primeros pasos.
Ya en Preparatoria, la conjunción de dos actividades que le apasionaban -dibujar y bordar-, poco a poco fueron tomando forma en collares, pulseras y algunos accesorios de un estilo particular que dieron lugar a sus primeros acercamientos comerciales.
Reflejando la esencia del interior, sostenida de un espíritu que encuentra paz en la belleza del universo; las formas, las texturas y los colores encuentran cauce en la plenitud de experiencias que enamoran.
En el 2004 Lili Carrillo comienza sus estudios de Artes Plásticas en la Universidad de las Américas Puebla, dejando temporalmente sus diseños. En el 2008 cuando se gradúa, decide tomar un curso de ilustración creativa en Barcelona. Estando allá, encuentra inspiración en la fusión pop retro de accesorios hechos a mano, y crea piezas con un nuevo aire a partir del reciclaje de fibras y de elementos que estaban destinados al desecho; donde la intención era representar diferentes objetos con materiales no comunes.
Al culminar su curso en el 2009, enfrenta la transición de la vida académica a la profesional, no teniendo muy claro si su rumbo era la ilustración, la plástica o el diseño, y ese mismo año -principalmente por cuestiones familiares- regresa a Veracruz. Volver a casa, al punto de partida, se convertiría en la oportunidad de comenzar la búsqueda del
qué hacer. Y así en una caravana hippie, donde los recorridos eran inesperados, las llegadas a cada lugar una sorpresa, redescubre lo natural, lo fortuito, encontrando nuevamente materia prima en la esencia de la libertad. El encuentro con los recuerdos y las vivencias del presente fueron determinantes para que Lili iniciara una producción
que pronto estaría en establecimientos comerciales de Veracruz y Puebla.
En un lapso corto de tiempo, sus creaciones comenzarían a estar en el gusto de las personas, aumentando así la demanda y, por supuesto, la necesidad de una mayor producción.
La curiosidad mira hacia la divinidad y busca respuestas para reinterpretar la pureza del ser. Y así, reconociendo lo auténtico, las historias se entrelazan y cuentan relatos provocando sentimientos vivos, que se asombran ante la majestuosidad de la creación, para redescubrirse como un ser bello y único.
Aunque sus ventas eran buenas, analiza -pensando a futuro- el panorama comercial y las oportunidades del mercado del arte y del diseño en Veracruz. Llegando a la conclusión de que éste carecía de una apertura que le permitiera elegirlo como base de operación. Así que entre varias opciones como CDMX, Guadalajara y Puebla, opta por ésta última, en específico, Cholula. Para Lili, este lugar era un territorio conocido, mágico e ideal para su dinámica.
Ya en el 2011 durante unas vacaciones a España, decide aventurarse y unida a otra emprendedora -que vendía ropa para niños hecha a mano-, entra a un mercadito independiente en la Rambla de Raval en Barcelona.
A pesar de que el 2011 parecía haber comenzado muy bien, fue un año muy difícil a causa de la ruptura de una relación amorosa de 7 años; en la que tiene que enfrentar una fuerte depresión que la lleva a buscar ayuda profesional.
Lili Carrillo reinterpreta el origen y poder de los elementos de la naturaleza en comunión con la evolución de las culturas de México y el mundo, para crear colecciones de joyería y accesorios dotados de significado e identidad. Inspirada por sus viajes, sus piezas expresan un estilo proveniente de la mezcla de formas orgánicas, rasgos autóctonos y contemporáneos
que se convierten en el reflejo de la esencia femenina.
Pese a que se veía un paisaje oscuro y triste, este acontecimiento aunado a la terapia, le lleva a revisar su historia de vida y se da cuenta de que conforme pasaba el tiempo, empezaba a apreciar cosas y situaciones que en el pasado había considerado negativas. Dentro de una nueva perspectiva, comienza a vislumbrar su ser como algo valioso que merecía felicidad, abundancia y libertad. Todas estas percepciones y nuevos sentimientos se adueñan de ella para dar pie a una nueva actitud, que le permite avances significativos tanto en lo personal como en lo profesional, siendo estos la antesala de años exitosos.
Desde el 2012 hasta el 2017 Lili Carrillo se ve inmersa en cambios, retos, experimentación y renovación. Se enfoca en el diseño y la creación de nuevas colecciones, haciendo acto de presencia tanto en el mercado nacional -en 15 puntos de venta-, como en el internacional; España, Francia, Alemania, Brasil y Estados Unidos. Con un estilo y diseño muy peculiar, además del sentido social de su marca en el que su propósito es apoyar a mujeres en desventaja, logra llamar la atención de medios como TV Azteca Nacional y Cosmopolitan México.
A partir de ese momento, Lili mira hacia atrás y se da cuenta del gran camino recorrido. Sueños, anhelos e ilusiones que de manera orgánica fueron consolidándose hasta llegar a definir un rumbo que, en el inicio, parecía incierto y desconocido.
La historia de la obra de Lili Carrillo en piezas de joyería, va más allá de 9 años de trabajo inspirados en la naturaleza, el universo y en el alma de las personas entrelazadas en culturas que se encuentran con el tiempo.
Hoy Lili sigue con un espíritu que la impulsa a buscar nuevos caminos y formas, a descubrir cosas que ni siquiera puede imaginar, a conocer más a fondo las culturas del mundo y su esencia, a colaborar con personas que reconozcan el valor de creer, de sentir y de pensar. Crear con otros para vivir y compartir -a través de sus colecciones- la alegría de un universo infinitamente bello. Por amor al arte, a la naturaleza, al origen del ser humano, a las culturas de México y el mundo; lo que nació en 2009 en Fortín de las Flores Veracruz, hoy es una propuesta sólida que con el paso de los años, el conocimiento y la experimentación han resultado en colecciones de joyería únicas y de gran carga energética. Piezas vivas que cuentan historias sin decir una sola palabra.
LILI CARRILLO
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