Cómo evitar que el uso de cubrebocas provoque brotes de acné en la cara
Traer un cubrebocas contigo es importante para evitar enfermedades, pero también es relevante saber los cuidados que debes darle para evitar el acné o alergias.
El uso de cubrebocas se ha convertido en algo indispensable en esta nueva normalidad, en la que en afán de protegernos, tenemos que llevar uno con nosotros todo el tiempo. Con esto nos referimos que ahora debemos cargar siempre en nuestra bolsa un tapabocas y un pequeño gel antibacterial. Estos dos elementos se han vuelto tan importantes como nuestras llaves o nuestro celular.
La experiencia nos ha enseñado que el uso excesivo de cubrebocas también ha traído consigo ciertos inconvenientes: algunos de ellos son la dermatitis y la aparición de brotes en la dermis referidos como maskne (o acné por el uso de mascarilla facial). Ambos issues vienen de la mano de que la piel no respira igual, pero también de cierto faux-pas que nosotros cometemos, tal vez sin darnos cuenta.
El error que comúnmente cometemos al usar un cubrebocas
El error más común de belleza que cometemos al usar un cubrebocas tiene que ver con no lavarlo como deberíamos o no hacerlo con la frecuencia necesaria. Que el maskne llegue a tu rostro, tiene que ver con esto y con el uso excesivo de maquillaje, pero particularmente incluye el primero. Cuando nos colocamos uno, pensamos en cuidarnos de la atmósfera que nos rodea, pero ¿y la piel?
Seguramente te ha pasado que sales a la calle y llevas por varias horas el cubrebocas, lo usas más de 3 veces seguidas o incluso lo sudas y lo llevas así un amplio lapso de tiempo o lo vuelves a emplear no mucho tiempo después. Todo lo anterior está mal. Recordemos que así como lavamos la ropa con cierta frecuencia por higiene, este es el mismo hábito que debemos de tener con las mascarillas faciales reutilizables, si no queremos tener brotes o cualquier otro inconveniente dermatológico debajo de la misma (sí, debemos lavar los cubrebocas correctamente y con cierta frecuencia, si queremos evitar problemas en la piel).
¿Cada cuánto tiempo debo lavar el cubrebocas?
Cómo lo mencionamos anteriormente, esto depende del escenario en el que lo usaste y lo que ocurrió en él. Solo por hablar de algunos de los más comunes, imaginemos que vas a hacer el supermercado, pero previamente te bañaste y lavaste tu rostro apropiadamente: si no te toma más de 90 minutos estar en este sitio y no sudaste ni te llevaste las manos al rostro, entonces está bien usar el cubrebocas una o dos veces más si las situaciones son similares. Por otro lado si sientes que desde el primer momento que lo usaste sudaste o estuvo en contacto con algo más, aunque sea un poco, lo mejor es que lo laves para evitar incrementar la proliferación de bacterias.
Pongamos otro escenario que se va normalizando cada vez más: sales a correr al aire libre y por ende, tu cubrebocas suda junto a tu piel y la sal del sudor se va acumulando en los costados. Aunque solo lo hayas utilizado una vez, tienes que lavarlo, de lo contrario es como si te aplicaras tu sudor sobre tu misma piel todo el tiempo (y nadie quiere eso).
Lo mejor es que lo laves cada 3 usos o 1 si es que lo sudaste o lo llevaste por muchas horas. De igual forma, si lo ves manchado, no está de más, procurar limpiarlo.
¿Cómo debo lavar un cubrebocas de tela?
Lavar un cubrebocas de tela no es tan complicado como lo podríamos imaginar. Solo basta que tengas jabón neutro a la mano y de ser posible, contar con el uso de un cepillo. Busca mojarlo con agua al tiempo y pásale un poco de jabón, procura tallarlo un poco, insistiendo en las partes donde tu cara tenga un contacto más directo con él. Posteriormente elimina el jabón con agua fría y deja que se seque. Un último consejo (pero no por eso menos importante) es que debes tratar de no meterlo en la secadora, pues es probable que con el tiempo la tela o las telas que lo componen, pueden perder su grosor y por ende, su efectividad.
Sí, el uso del cubrebocas se ha ampliado no solo a llevarlo correctamente al salir a la calle, sino a cuidar, limpiar y lavarlo correctamente. Una vez que hagas de eso algo que sea parte de tus hábitos cotidianos, verás que no lidiarás con el maskne.
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Fuente: Vogue