El homo sapiens es 100.000 años más viejo de lo que se pensaba

El homo sapiens es 100.000 años más viejo de lo que se pensaba

Unos restos encontrados en Marruecos cambian por completo la idea que teníamos sobre el origen de nuestra especie.

Nuestra especie es mucho más vieja de lo que se pensaba. El hallazgo de unos restos en Marruecos ha vuelto a sacudir el mapa de la evolución humana y obligará a cambiar las fechas de las cronologías: el homo sapiens tiene al menos 300.000 años, y no 200.000 como se pensaba hasta ahora. No sólo eso: la cuna de la especie se desplaza al norte de África, a Jbel Irhoud.

Allí, unas excavaciones iniciadas en 2004 dejaron al descubierto un “nido de restos humanos” que se encontraba en excelente estado de conservación y contenía los huesos de tres adultos, un adolescente y un niño. Entre ellos se ha encontrado el rostro que reescribe el origen de nuestra especie: “Se trata del homo sapiens más viejo jamás hallado en África y en cualquier otro lugar”, ha explicado Jean-Jacques Hublin, coautor de la investigación y director del departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Leipzig, en Alemania.

Un homo sapiens extremadamente parecido a cualquier individuo actual, según los investigadores. “La cara de uno de estos primeros homo sapiens es la de cualquiera con el que podríamos cruzarnos en el metro”, ha afirmado Hublin, cuya investigación ha sido publicada este miércoles en la revista Nature junto a otro estudio que apunta en la misma dirección.

 La diferencias fundamentales están en el cráneo, al que todavía le falta “una larga evolución antes de llegar a una morfología moderna”.

https://youtu.be/GYvYBy4e7FA

 

SACUDIDA AL MAPA DE LA EVOLUCIÓN

 Hasta ahora, la teoría más aceptada sobre el origen y expansión del hombre actual afirmaba que desciende de alguna población de África del Este. La evidencia que la soportaba: los restos de Omo I y Omo II, descubiertos en Etiopía y datados en unos 195.000 años, así como el hallazgo, también en Etiopía, de cráneos fosilizados con 160.000 años de antigüedad.

Los restos de Jbel Irhoud destronan a todos esos restos y dejan tocada la teoría, pues junto a ellos han aparecido utensilios propios

La datación de estos restos fue obtenida por Daniel Richter, experto del Instituto de Leipzig, a través de la termoluminiscencia, una técnica muy común utilizada desde los años 1980.

El equipo de arqueólogos halló además en ese lugar, situado a unos 400 km al sur de Rabat, restos inestimables, como una mandíbula, “probablemente la más bella de un homo sapiens jamás hallada en África”, dijo Hublin.

Además, los utensilios hallados en ese lugar junto a nuestros ancestros – esencialmente picos -, son típicos de lo que se conoce como la Middle Stone Age.

“Ya se habían hallado este tipo de objetos, igualmente datados de 300.000 años, en varias partes de África, pero no se sabía quién había podido fabricarlos”, explicó Daniel Richter.

Ahora, los investigadores estiman que se puede asociar la presencia de los utensilios del Middle Stone Age a la del homo sapiens.

“Seguramente, antes de 300.000, antes de Jebel Irhoud, se produjo una dispersión de ancestros de nuestra especie en el conjunto del continente africano”, dijo Hublin. “El conjunto de África participó en ese proceso”.

Homo sapiens arcaicos, homo erectus, neandertales, etc. podrían haber coexistido no solo en regiones lejanas sino seguramente también en zonas cercanas.

“Por lo tanto, durante mucho tiempo hubo varias especies de hombres en el mundo, que se cruzaron, cohabitaron, intercambiaron genes…”, explicó a la AFP el paleontropólogo Antoine Balzeau, que no participó en el hallazgo de Marruecos.

“Nos alejamos cada vez más de esta visión lineal de la evolución humana como una sucesión de especies”, coincidió Hublin.

Por otra parte, Balzeau advirtió contra la tendencia de creer que el homo sapiens sobrevivió al resto de las especies por ser superior. “Durante mucho tiempo, exageramos las características del homo sapiens, sobre todo las capacidades de nuestro cerebro”.

Pero estudios recientes mostraron que “no había grandes diferencias en términos de valor, comportamiento o complejidad entre el homo sapiens y el neandertal”. “Es frustrante, pero no sabemos por qué seguimos existiendo y los otros desaparecieron. Creemos a menudo que somos un logro evolutivo, ¡pero se debe también al factor suerte que sigamos aquí!”.

Con información de: www.huffingtonpost.es

 

Emmanuel Cocone

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