“La Santa Suerte y el número 69”
Por: Alejandro del Río
La mayoría de individuos que conozco no pasarían por debajo de una escalera ni atravesarían el paso de un gato negro. Pero he encontrado que en mi comunidad motociclista normalmente llevamos la superstición a un grado más allá o muchos más.
Estimados lectores, supongo que una buena parte de las personas podemos tener supersticiones en algún momento o situación. Entre los jugadores, los deportistas, empresarios y casabolseros pareciera una religión, y algo a que o a quien encomendarse todos los días.
A medida que te acercas al deporte del motociclismo pareciera que no vas a conocer a nadie que no tenga algunas peculiaridades relacionadas con “Kahbbalas” para generarse suerte en las diferentes competencias. Y la más grande de todas ellas es el número que portarás en tu motocicleta. Y si no me creen, pregúntenle a Valentino Rossi que aunque ha podido portar el número uno de campeón del mundo en su moto, nunca ha retirado su cabalístico 46.
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Hace apenas un par de meses de forma irónica perdimos a un querido personaje del motociclismo; el excampeón del mundo 2016 Nicky Hayden. Mientras se encontraba por la calle en un entrenamiento en bicicleta, un descuido suyo fue el causante de que se impactara contra un automóvil; dejándolo sin vida pocos días después. Pareciera imposible pensar que un piloto que había arriesgado su vida desde los 12 años se encontrara con la muerte de una forma tan común.
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Pero, estimados lectores, la muerte de Nicky Hayden -en lo personal- me trajo un gran conflicto. Desde 2012 hasta principios de 2014, compartimos el mismo número (69) de batalla y por azares del destino, hasta el mismo diseño. Déjenme explicar…
En “mi canchita” Puebla de los Ángeles, me encontraba preparando una MV Agusta mil F4R para la quinta fecha del Racing Bike Capital que se celebraría en el Autródromo Julián Abed. Como siempre sucede, la preparación de una moto de competencia te tomará mucho más tiempo del planeado o razonable.
Cuando la dimos por terminada -viernes por la tarde- y la admiramos desde unos metros atrás, nos dimos cuenta que carecía de un pequeño detalle; el número. Por 35 años seguidos usé el 8 en mis motos de carreras, además de los mismos calcetines en los últimos 5. Alguno que otro jersey que parecía tener poderes mágicos para ganar en cualquier situación y otras tantas ideas o supersticiones que ya no recuerdo. Básicamente queridos lectores, estaría dispuesto a colgar patas de conejo por todo mi casco si eso pudiera darme la más mínima ventaja sobre cualquiera de mis competidores. ¡Porque la suerte “existe”! Y en las carreras siempre está presente.
Hay quien le reza a La Santa Muerte, Cristo, Buhda, Alá, y hasta a Juan Gabriel, pero yo estimados lectores; siempre le rezo y le rezaré a “La Santa Suerte”.
Y es esta la gran razón de mi preocupación, porque al final, el único número que pudimos encontrar entre los vendedores y mecánicos del establecimiento en el que colaboro, eran dos calcomanías de 10 X 10 cms del número 69 de Nicky Hayden. Sin mucha opción procedimos a colocarlo en ambos flancos de la moto, y dimos por terminada la preparación para la carrera.
Temprano el sábado fuimos una de las primeras categorías en calificar, y con mis llantitas nuevecitas “metí” el segundo mejor tiempo. Esto anticiparía una carrera interesante. No era el más rápido, pero en las carreras las cosas pueden ser diferentes…
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No haciendo el cuento más largo de lo que debo, tuve una salida en tercer lugar y para la quinta vuelta venía peleando el primero contra el mítico Chucho Rodríguez. La suerte estuvo a mi favor y pude ganar una carrera de forma totalmente límpia y convincente, solo un detalle manchaba el momento: ¡El número que estaba usando era de Nicky Hayden y no mío! Esto me parecía un poco bizarro y durante los siguientes días consideré cambiarlo por mi muy confiable “ocho”. Pero, pasaron los días, los meses y no pude encontrar la fuerza para “pelar” de mi moto el número del excampeón. ¡Me había traído suerte! Y si lo quitaba ¿Podría ser diferente? O peor aún ¿Hay alguna maldición por traicionar buenas señales de “La Santa Suerte?
Estimados lectores, yo no la iba a “tentar”. Ese número me ha seguido en todo lo que he montado desde entonces, y no parecía que fuera a cambiar hasta ahora. Se nos fue Nicky Hayden de una forma trágica y a mi manera de ver, de poca suerte. Eso me hizo pensar… El mentado número se encuentra en mi moto de cross, en la de pista, en dos bicicletas y en diferentes tamaños en todos mis cascos. Como habrán notado soy una persona de supersticiones y aunque el dueño original ya no se encuentra entre nosotros, el 69 parece aún más místico y atractivo que antes. Así que ¡voy a confiar una vez más en “La Santa Suerte” y oficialmente me adueñaré del número y de todas las implicaciones!