¿Cuánto costó el telescopio James Webb del que todo el mundo habla?
De acuerdo con la NASA, pese a duplicar su costo original, el telescopio James Webb resultó ser 40% menos caro que su antescesor, el Hubble.
Todo mundo está fascinado y en las redes sociales no se dejan de publicar las impresionantes imágenes que el telescopio James Webb de la NASA logra captar. De hecho fue el mismo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien, por decirlo de algún modo, las empezó a viralizar.
Y es que hablamos del principal observatorio de ciencia espacial del mundo hasta el momento, que ayudará a resolver misterios ocultos en nuestro sistema solar.
De forma inédita, el telescopio James Webb mirará más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas y explorará las enigmáticas estructuras y orígenes de nuestro universo, así como el lugar que ocupamos en él.
El costo del telescopio James Webb
Dicho de forma burda, más allá de regalarnos imágenes de ensueño, el telescopio James Webb revela lo que hasta el momento estaba oculto para nosotros en otras distantes galaxias, pero eso, que tiene un gran valor para la ciencia, ha representado un alto costo en términos monetarios.
¿De cuánto estamos hablando? Pues ni más ni menos que de 10 mil millones de dólares que se invirtieron en la construcción de este apoteósico equipo.
Y esta cifra es casi el doble de la proyectada originalmente en el proyecto que se estimaba costaría alrededor de 500 millones de dólares. El aumento se debió a las constantes pruebas, el diseño de piezas únicas y la utilización de materiales especiales que ayudarán a evitar los errores cometidos con el Hubble, el antescesor directo del telescopio James Webb, el cual por cierto sigue siendo más caro, pues requirió un total de 16,000 millones de dólares para su construcción.
Esto es que, según los datos de la NASA, el coste de la misión de este telescopio espacial es un 60% de lo que costó su predecesor, pero más del doble de lo que se espera que cueste su sucesor, el telescopio espacial Nancy Grace Roman.
Como sea, más allá de los números que resaltan su costo, lo que no tiene precio es la información que este telescopio habrá de brindarnos, de entrada el fenomenal interés que ha desatado por el espacio ya resulta invaluable.